3 preguntas a Giuseppe Vercelli

giuseppe vercelli

Ud estaba junto a Giorgio Rocca, que salió en el primer tiempo del slalom, en las Olimpíadas de Turín: ¿cómo vivió el atleta esa derrota?

En vez de quedarse encerrado en un hotel, fue al borde de la pista para ver el segundo tiempo y festejar con el vencedor de la competencia que él tendría que haber vencido. Un gran campeón también es un gran hombre. Conviene recordar que en los comportamientos inmediatos sólo viene en luz la actitud de autocontrol que, en parte, es apariencia. Para los atletas la realidad cambia mucho dos o tres días después, cuando adquieren plena conciencia;

 es una reacción privada, de la que no se preocupan los medios, pero es ésa la que marca la diferencia porque es allí  donde la desilusión puede transformarse o no en energía para una nueva victoria. En cambio, quien no tiene equilibrio tiende a buscar chivos expiatorios. Todo depende del atleta, pero también del ambiente en el que vive, de su “ecología”. Si nos encontramos en un ambiente amigable, o lo hemos construido, frente a cualquier situación sabemos donde está nuestro centro. En el caso contrario, vacilamos”.

Los llaman los nuevos gurús… ¿cuál  es en realidad el rol del psicólogo?

Si partimos del hecho de que todo lo demás haya sido hecho en la forma correcta, se trata de favorecer la expresión de la genialidad del atleta, la máxima expresión de los recursos, la correspondencia entre la potencialidad y la realización en la competencia.

El trabajo del psicólogo del deporte tiene que hacerse, primero que todo, con mucha humildad, sin exaltaciones o espectacularización, en el más grande silencio. Y respetando una regla de oro: darle la máxima autonomía al atleta. A veces, se confunde el rol de los psicólogos con el de los motivadores, las figuras que vemos gritar durante las competencias. Usan… un combustible especial, pero la máquina corre el riesgo de fundirse: en la construcción de la propia “esfera” pueden hacer que el atleta pierda la sintonía y que se cree una situación imaginaria, mientras sabemos que la base de la máxima capacidad es la conciencia, la unión entre mente y cuerpo. A nivel juvenil, en cambio, como estamos haciendo con la Juventus University, el sector de fútbol juvenil del club y, con otros deportes,  se trata de desarrollar una mentalidad ganadora con la idea de jugar divirtiéndose, sobre todo hasta los 14 – 15 años. Los atletas que hacen este trabajo tienen más estabilidad. Las neurociencias afirman que el movimiento es igual a la inteligencia, entendida como capacidad de adaptación a lo nuevo.

El método utilizado es una intuición, fruto del trabajo de diez años de su centro, con cerca de 700 deportistas profesionales. ¿Nos lo puede explicar en forma muy sintética?

El método permite al atleta entrar en una “sfera” propia, un acrónimo para dar lo mejor de sí. Esto significa que tenemos que trabajar en cinco factores para obtener un excelente rendimiento. El primero de los cinco factores es la “s” como “sincronía”, es decir la capacidad de estar presente en el momento que se está viviendo. El segundo, los puntos de “fuerza”. Hay que mejorarlos en los entrenamientos y en las competencias hay que identificarse sólo con ellos.  “E” está por la “energía”, o mejor su malestar por esta “fuerza”, en la sutil frontera entre lo poco y lo mucho. El cuarto es el “ritmo”, la justa elegancia y velocidad de conexión entre los movimientos. Por último la “activación”, aquel valor añadido que te hace vivir con pasión. La construcción de la propia “sfera” es distinta para cada atleta.”

El apoyo de los medios, las barras, los incentivos económicos, ¿cómo pueden condicionar el rendimiento?

Pueden tener un gran peso, pero con una  diferencia: los campeones tienen dos tercios de motivación intrínseca, encuentran satisfacción en sí mismos, y un tercio de motivación extrínseca, en el éxito o el dinero. Quien tiene más motivación extrínseca es mucho más permeable a estos condicionamientos, quien, en cambio, tiene mucha más motivación intrínseca sabe, incluso, reinterpretar a su favor las sugestiones negativas. Un campeón se caracteriza por dos aspectos: uno es la sistemática capacidad de transformar los límites en posibilidades, el otro es el de tener un interruptor de máxima activación durante la competencia, para desactivarse apenas termina.”

Vercelli ha recogido estos conceptos en un libro que está teniendo un gran éxito: “Vencer con la mente”. Hoy, ¿qué peso tienen en el deporte la victoria o la derrota?

“A pesar de que se parte de vencer con la mente es importante entenderse sobre el concepto: mi victoria es probar la mejor sensación posible en el momento en el que realizo mis actividades. Depués, pueden llegar los podios y las medallas. Si se difunde esta nueva concepción de la victoria se puede asegurar el valor educativo del deporte. Los niños no deben ser educados en un concepto de victoria vista como destrucción del otro y, sobre todo, de victoria a toda costa, vista como un fin supremo.

Con relación al peso que tienen hoy en el deporte la victoria y la derrota, quisiera poner en evidencia que una contribución original y eficaz viene de Spormeet. Del estudio que Spormeet ha realizado sobre la “cultura de la derrota” se está desarrollando un verdadero y justo modelo de reinterpretación de ésta, a tal punto que algunos equipos con los cuales trabajamos tienen ya una formación muy precisa en este sentido. En el congreso científico promovido con ocasión de la apertura de las Olimpiadas Interuniversitarias en Turín, Sportmeet fue citada por este motivo, también por Sports4peace, el proyecto de educación a la paz por medio del juego y del deporte.”