Del 1 al 3 de Octubre de 2014 un grupo de cuarenta jóvenes procedentes de toda Italia ha participado en la tercera edición del Taller Escuela de EdC en el Polo Lionello Bonfanti.
Chiara Andena
La experiencia de los Talleres Escuela comenzó en 2012 con la edición titulada “Start up the future”, continuó al año siguiente con “Proyectar el trabajo, construir el futuro” y este año se ha transformado en “Realízate/realizados en el trabajo”. El título encierra los dos enfoques principales a los que se quería prestar atención. Por un lado, una exhortación dirigida a los jóvenes para que busquemos un trabajo que no sólo nos garantice una remuneración adecuada o el éxito económico, sino que también nos permita expresar y desarrollar nuestros talentos, nuestro daimon, y vivir el trabajo como una vocación, en comunión con aquellos que trabajan con nosotros.
Y por otro lado, un horizonte y un objetivo a los que mirar y que, gracias a los testimonios de los numerosos invitados, se ve que no es una quimera, ni siquiera en tiempos de crisis.
A través de la ayuda de numerosos expertos y profesionales, hemos podido conocer la realidad de la EdC y reflexionar sobre la indisolubilidad que liga el trabajo a nuestra persona. Estos han sido días no sólo de formación, sino, sobre todo, de diálogo y crecimiento, reflexionando acerca de nuestras aspiraciones y de la importancia de reconocer nuestros talentos para poder realizarnos en el trabajo no sólo como individuos sino también como miembros de una comunidad. Conocer el mundo de la EdC nos ha mostrado hasta qué punto nuestra pequeña contribución puede ser mucho más significativa y agradable si la compartimos con los recurso
s de otros. El profesor Luigino Bruni nos ha recordado que “trabajar nunca se reduce a ocupar un lugar genérico en el mundo, sino que es un ejercicio fundamental para entender nuestro lugar en el mundo” y, sobre todo, que ejercer una profesión significa incluirse en una red social. Este es otro de los puntos principales, es decir la necesidad de mirar hacia una economía con alma, una economía que vuelva a poner en el centro la dimensión humana y relacional.
Los momentos de formación se han alternado con talleres con dos fines distintos: conocer la experiencia directa de algunos empresarios de la EdC y de profesionales de diversos sectores, y conocerse a uno mismo, buscando los talentos personales que, cuando se ponen en común con los talentos de otros, pueden darnos la posibilidad de vivir una experiencia laboral que además de realizarnos, nos permita participar con nuestro ejercicio en la construcción del bien común.
Gracias a los días que hemos pasado juntos, hemos tenido la posibilidad de vivir en primera persona una experiencia de comunión. Es importante encontrar tiempo para hacernos las preguntas sobre nuestro futuro, redescubrir nuestros talentos y sobre todo las esperanzas que llevamos en el corazón. Pero hacerlo junto a otras personas y guiados por expertos ha sido mucho más significativo para la vida de cada uno. En un momento histórico caracterizado por la crisis de nuestros modelos económicos, la desconfianza en las instituciones y el individualismo, actividades como esta pueden hacer que renazca la esperanza. Pero una esperanza que surge de ejemplos concretos, de la experiencia de aquellos que han arriesgado abrazando un modelo económico innovador, inclusivo y basado en la centralidad de la persona y la importancia de la relación y del don también en economía. Una esperanza que nace de la misma experiencia de estos días, en los que todos nosotros, haciéndonos preguntas y compartiendo reflexiones, hemos echado juntos una mirada al futuro.
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Reseña de prensa:
Taurinews, 04/10/2014 - Realizzati nel lavoro: Workshop School Edc al Polo Lionello Bonfanti